SISTEMAS DE RASTREO Y MONITOREO
Para escuchar el texto utilice
Para evitar que los problemas de plagas y enfermedades se hagan graves, las Buenas Prácticas Agrícolas recomiendan el uso de los sistemas de rastreo o monitoreo.
Antes de describir estos sistemas, debemos recordar que ningún problema causado por un agente nocivo empieza muy severo. Al contrario, el inicio de este tipo de problemas siempre es leve, si acaso unas pocas plantas afectadas o algunas pocas hojas dañadas. Por eso es que la detección temprana de las plagas y enfermedades es tan difícil, ya que los síntomas no están muy extendidos y son poco evidentes. Tomemos como ejemplo el siguiente dibujo que muestra diversos grados de crecimiento de un cultivo y con él también, el avance de los síntomas de una enfermedad. Es evidente que conforme la enfermedad avanza se vuelve más fácil observar los daños que ocasiona. Ahora bien, haga un esfuerzo e intente detectar cuál fue el estado más joven del cultivo, en que pudo detectar los síntomas de la enfermedad?
Para escuchar el texto utilice
Pues bien, ya en el segundo estado de desarrollo hay síntomas de la enfermedad, solo que las manchitas son muy pequeñas y cuesta mucho encontrarlas. Si usted acertó, es porque es un buen observador.
Como vemos en este ejemplo, al inicio hay que prestar mucha atención para poder detectar los síntomas iniciales de un problema, además, es más factible encontrarlos si tenemos cierto entrenamiento y si los andamos buscando. Por eso mismo, es que con frecuencia, se nos escapan los estados iniciales de este tipo de problemas y cuando los logramos detectar, es porque el problema ya se ha propagado por todo el cultivo y los síntomas se han vuelto más severos y por tanto, más evidentes también. Esta justamente es la razón por la cual las Buenas Prácticas Agrícolas indican la necesidad de implementar rastreos y monitoreos de plagas, enfermedades y malezas, ya que solo desarrollando sistemas de búsqueda, es que podemos darnos cuenta de que una plaga o enfermedad empezó en el cultivo.
Un sistema de rastreo consiste en la revisión periódica y sistemática de un área de cultivo en busca de la presencia de los síntomas o daños iniciales de los enemigos de ese cultivo. En este caso el único interés al hacer el rastreo, es encontrar los focos o parches iniciales del problema, sea una plaga, una enfermedad o la infestación de una maleza.
El rastreo por lo tanto, es un procedimiento de búsqueda y tiene la particularidad de que no busca un problema en particular, sino que su objetivo es revisar las plantas mientras estén sanas para tratar de detectar cualquier alteración que sufra la planta, sea por la presencia de un organismo nocivo o bien por un problema nutricional o de mal funcionamiento de la planta. Lo fundamental es detectar cualquier tipo de problema en sus estados más iniciales. Por todo lo anterior, el rastreo se debe iniciar en plantaciones jóvenes y preferiblemente cuando las plantas están totalmente sanas. En la siguiente fotografía vemos como este productor acaba de detectar un problema de amarillamiento en su cultivo.
Para escuchar el texto utilice
Para realizar el rastreo, se debe diseñar una secuencia, como por ejemplo la que vemos en el diagrama siguiente, o sea que lo ideal es siempre empezar en el mismo lugar y finalizar en el extremo opuesto. Así nos aseguramos que siempre vamos a revisar todo el cultivo. Por supuesto que resulta imposible revisar todas las plantas, pero al menos debemos tratar de revisar plantas que estén distribuidas por todo el lote, para tener mayor posibilidad de encontrar cualquier problema.
Para escuchar el texto utilice
Para hacer un rastreo lo que se hace es recorrer de manera sistemática y constante el cultivo, incluyendo siempre los bordes y las esquinas pero también la parte central de cada parcela y revisando de vez en cuando algunas plantas para ver si tienen algún problema, así como anotando en hojas o bitácoras, la fecha y la presencia de los problemas detectados.
A la vez es muy conveniente hacer anotaciones o marcas de los problemas encontrados sobre un croquis del lote, tal como podemos observar en el siguiente dibujo, con el fin de identificar los sitios en donde el problema está presente. Así podremos comparar el área afectada con el área total cultivada y podremos más adelante, establecer el resultado de las medidas de control aplicadas sobre estos parches iniciales del problema.
Para escuchar el texto utilice
Cuando el productor hace el rastreo semanal y no detecta ningún problema en especial, lo que debe hacer es seguir rastreando el cultivo, pero nada más, ya que no hay ningún enemigo que combatir que amerite incurrir en gastos, esto es justamente lo que le da seguridad al productor de que su cultivo no está en peligro y a la vez le permite ahorrar dinero, evitando hacer aplicaciones innecesarias de plaguicidas sobre el cultivo. El rastreo por lo tanto, cumple dos funciones: ahorrar dinero cuando no se logra detectar ningún problema, ya que vamos a estar seguros de que el cultivo está sano y por lo tanto no hace falta gastar dinero en controlar algo que no tenemos.
La otra función del rastreo, es para detectar los parches iniciales de un cierto problema, y como todos sabemos, mientras más pequeño es un problema es más fácil de controlar, por lo tanto en este caso, cualquier medida de control de apliquemos, será económicamente favorable, puesto que evitará que ese problema se agrave y nos cause pérdidas económicas.
Cuando se hace rastreo y se detecta algún problema, es muy útil dejar en el campo banderillas indicadoras como las que se observan en la siguiente fotografía, esto permite volver al mismo sitio a revisar como avanza el daño y a la vez sirve para guiar a las personas encargadas del control, para que pongan más atención en esos sitios. Además, si contamos cada semana el número de banderillas dejadas en el campo, podemos medir el grado de avance del daño que estamos observando.
Por otra parte, también podemos preparar banderillas de diferentes colores, como las que vemos en la siguiente fotografía, que representen a diferentes plagas o problemas y así podremos marcar varios problemas en el campo a la vez.
Para escuchar el texto utilice
El monitoreo por su parte es otro tipo de procedimiento que podemos utilizar para evaluar el desarrollo de las plagas y enfermedades que afectan al cultivo. Este procedimiento es un poco diferente al rastreo, ya que se aplica sobre un problema determinado, sea una plaga o una enfermedad, que por causar muy graves consecuencias al cultivo, requiere de una evaluación constante del comportamiento de este organismo. Mediante el monitoreo, se puede hacer una medición del tamaño de la población de la plaga o de la enfermedad y en algunas ocasiones del tamaño del daño que está causando. El monitoreo solo lo debemos hacer sobre aquellos problemas del cultivo, que están presentes de manera continua y lo estarán durante toda la vida útil del cultivo.
Para escuchar el texto utilice
Cuando se identifica la presencia de un problema que viene creciendo en su capacidad de hacer daño y que además se le observa avanzar o generalizarse en el cultivo, entonces se debe implementar un monitoreo periódico, midiendo de alguna manera práctica y fácil el daño o la presencia del enemigo y comparando esas mediciones a través del tiempo y de la edad del cultivo.
El desarrollo del sistema de monitoreo es algo complejo, puesto que hay que desarrollar un sistema que permita medir la población de la plaga o bien el daño que causa, por eso es importante que el agricultor acuda a un especialista, ya sea un entomólogo, si el problema es de una plaga, o bien un fitopatólogo, si el problema es de una enfermedad, para que le enseñe la forma más adecuada de medir ese problema en particular. Una vez que tenga el sistema lo que debe hacer es ser muy disciplinado en cumplir las mediciones y observando los datos que recolecta para tomar las decisiones necesarias en cuanto al manejo del problema.
Lo más valioso de implementar un monitoreo como el que utilizan los productores de la siguiente fotografía, es que se obtienen datos que nos dan un resultado o medición de la plaga o enfermedad, por lo tanto, cuando monitoreamos, utilizamos números y así es muy fácil darse cuenta si la plaga o la enfermedad están volviéndose más grave, ya que entre una evaluación y otra el número irá aumentando.
Para escuchar el texto utilice
Cuando se hace el monitoreo y los datos indican que el daño crece de manera continua, el agricultor debe ponerse alerta y tomar las medidas del caso para evitar que se haga grave y le cause pérdidas importantes. Sin embargo, cuando se hace el monitoreo y se observa que el daño no crece, se mantiene y está a niveles poco importantes, el agricultor lo que debe hacer es tomar la decisión de no hacer nada todavía o bien implementar medidas leves de control, con lo cual ahorra una gran cantidad de recursos sin poner en peligro su cultivo.
El uso del rastreo o del monitoreo de plagas, enfermedades y malezas en una finca, es una Buena Práctica Agrícola, simplemente porque lo que hace es permitirle al productor conocer el comportamiento de determinada plaga, enfermedad o maleza, de modo que puede tomar control de la situación y de esta forma darle seguridad sobre la condición del cultivo, así como sobre la recuperación de la inversión y la obtención de utilidades.
Los productores deben ser conscientes de que el combate químico de una enfermedad o plaga significa agregar al ambiente un insumo que no forma parte de él y además incurrir en un gasto. Es un asunto serio como para tomar decisiones sin ninguna base, por eso las Buenas Prácticas Agrícolas indican que los productores responsables y cuidadosos de su finca, deben usar el rastreo o el monitoreo para proteger debidamente sus cultivos y su inversión, pero tomando decisiones basadas en información real, no en suposiciones o rutinas de trabajo, que terminan siendo muy caras y peligrosas.
Es momento de hacer una autoevaluación