Las Coberturas Vivas y las Plantas Arvenses
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Como se ha comentado anteriormente en el análisis de esta temática, las malas hierbas o malezas son plantas nocivas para el cultivo y hay que implementar medidas para controlarlas, pero esto no significa que debamos pensar que sólo manteniendo el suelo completamente libre de malezas podemos resolver el problema.
Por el contrario, con esta forma de pensar lo único que logramos es crear otro problema más serio como es la erosión del suelo. Por eso es que hoy día existe un nuevo enfoque que debemos aplicar en el control de las estas plantas nocivas, en donde debemos procurar tener el suelo siempre cubierto con algún tipo de cobertura, que no compita con el cultivo y que no le cause ningún efecto dañino, con lo cual, vamos a dejar de tener malezas, para tener plantas arvenses dentro del cultivo.
El uso de coberturas vivas es el nombre que tiene esta técnica de control de malezas y se basa en el hecho de no dejar espacios del terreno desocupados para que las malezas puedan crecer ahí, sino por el contrario, lo que hay que hacer es cubrir el suelo, pero con una especie de planta arvense, de porte bajo, con raíces poco profundas y preferiblemente, que nos brinde alguna otra ventaja, como es el caso de muchas plantas leguminosas, que además de ser buenas competidoras de las malezas, también incorporan nitrógeno al suelo, con lo cual lo enriquecen.
Las coberturas vivas son plantas que no compiten con el cultivo y que se utilizan para cubrir el suelo y con esto limitar el crecimiento de malezas.
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Posiblemente no sea factible utilizar coberturas vivas en todos los cultivos, pero sí en muchos de ellos. Lo ideal es que se trate de cultivos de porte alto, que tengan raíces profundas. De este modo la planta que utilicemos como cobertura viva no va a competir con nuestro cultivo, ni por la luz, ni por los minerales del suelo, puesto que al tener cada planta, raíces que se desarrollan a diferente profundidad, no van a competir por el agua y los minerales del suelo, ya que cada una los podrá absorber a una profundidad diferente en el suelo.
La principal ventaja del uso de una cobertura viva, es que una vez que se logra instalar en el cultivo, ya no hay que volverla a sembrar y además, al estar el suelo cubierto, el desarrollo de malezas será muy poco. Además, las plantas que se utilizan como coberturas vivas son plantas muy agresivas, generalmente de crecimiento rastrero y que son capaces de cubrir el suelo en poco tiempo.
Seguidamente les mostramos algunos ejemplos de cultivos asociados con una cobertura viva.
Plantas de Phoenix robellinii (un ornamental) en un suelo cubierto con una planta arvense que se seleccionó por su reducido tamaño.
Plantas de Palma Africana, sembradas asociadas con Kudzú, una especie leguminosa que es muy agresiva cubriendo el suelo. El área de la rodaja de la planta se mantiene siempre libre de malezas mediante la aplicación de herbicidas.
Otra opción que últimamente se ha estado desarrollando, se basa en ir cortando las malezas con una chapeadora mecánica, de modo que con el tiempo de hacer esto, vamos a ir seleccionando una o varias especies de plantas de porte bajo. En la siguiente fotografía se observa una plantación de papaya, en donde las malezas que crecen en los lomillos del cultivo se mantienen siempre controladas, pero se permite el crecimiento de zacate en los pasillos como planta arvense y se mantiene de baja altura con chapeadora.
De esta forma la mayor parte del terreno se mantiene cubierto por plantas, ya que en los pasillos está el zacate recortado y en los lomillos el cultivo se encarga de cubrir el suelo. De esta forma se elimina la erosión y como podemos ver, el problema de malezas es mínimo.
Otra forma de utilizar las coberturas vivas, consiste en ir controlando con medios químicos, únicamente aquellas malezas que sean de porte muy alto. Para esto se han desarrollado últimamente equipos de aplicación de herbicidas que lo que hacen es impregnar o untar el herbicida sobre la maleza, con lo cual no se asperja el herbicida y de esta forma sólo vamos a eliminar las malezas más altas y así dejaremos sobre el terreno las plantas de porte más bajo. Con el tiempo, estas plantas más bajas irán cubriendo el suelo, convirtiéndose en una cobertura viva y de esta forma restringirán el crecimiento de nuevas malezas.
En la fotografía observamos a un productor, aplicando un herbicida sobre las plantas que sobresalen en una cobertura en café. Estos equipos no son para asperjar el herbicida, sino que poseen un paño impregnado con el herbicida, que es el que se pasa encima de las malezas más altas para eliminarlas.
Con el tiempo de utilizar este método, iremos seleccionando plantas arvenses de bajo tamaño, que cubren el suelo y a la vez compiten con las malas hierbas por el espacio del suelo, lo cual también reduce la erosión.