Relación de las malezas con la presencia
de plagas y enfermedades
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Cada vez se conocen más casos de malezas que son hospedantes de alguna plaga o algún microbio causante de enfermedades al cultivo. Existen muchos insectos que se mantienen viviendo sobre las malezas durante el periodo en el cual no hay cultivo en un terreno. Algo muy parecido sucede con muchos virus y otros tipos de microorganismos causantes de enfermedades a los cultivos.
Esto es un verdadero problema, porque la plaga o la enfermedad se mantiene viviendo sobre la mala hierba y cuando sembramos el cultivo, el organismo se pasa y ataca al cultivo. Uno de los casos más frecuentes es la mosca blanca en malezas, tal y como se observa en la siguiente figura. Otras situaciones son los nematodos en raíces de malezas o los hongos conocidos como cercosporas en los zacates.
Las malas hierbas pueden ser hospedantes de insectos plaga y de microorganismos causantes de enfermedades a los cultivos.
Esto nos refuerza la necesidad de ser muy observadores en el cultivo y que no solo debemos fijarnos en su condición, sino también debemos revisar las malezas que conviven con el cultivo para tratar de determinar si algún organismo plaga o enfermedad, problema en el cultivo, podría también estar atacando a alguna mala hierba y sobreviviendo en ella.
Lógicamente, cuando estamos en presencia de esta situación, el control de la maleza también ayudará a controlar la plaga o enfermedad.
La Rotación de Cultivos y las malezas
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Sabemos que las malezas o malas hierbas son un serio problema para el cultivo, y su control se vuelve una necesidad para los agricultores, sin embargo, es muy poco frecuente que los productores recurran a prácticas no químicas para controlar a las malezas.
La rotación de cultivos es una de esas medidas que si se implementa adecuadamente, puede llegar a tener un excelente efecto de control de las plantas nocivas y lo más interesante es que no nos cuesta nada, no causa ningún efecto dañino sobre el ambiente, la rotación de cultivos también puede reducir las poblaciones de plagas y enfermedades.
Pero en qué consiste la rotación de cultivos y cómo es que esta práctica reduce las poblaciones de malas hierbas y de plagas y enfermedades.
La rotación de cultivos es una práctica que consiste en la alternancia de distintos cultivos en un mismo lugar durante varios ciclos en el transcurso de unos pocos años.
Esto quiere decir, que no debemos sembrar el mismo cultivo en el mismo lote de manera consecutiva, sino que por el contrario, lo que tenemos que hacer es, que una vez finalizado un ciclo de siembra, debemos cambiar a otro cultivo, preferiblemente de una familia diferente y el ciclo que sigue nuevamente volvemos a sembrar otro cultivo diferente.
Lo ideal es tener al menos cuatro cultivos diferentes para rotar en el mismo lote. En el siguiente diagrama observamos un ejemplo de una rotación.
Tomado de: www.fao.org
Observemos el ejemplo de la figura anterior, se parte de que en un terreno inicialmente existe una plantación de maíz, meses más adelante no se vuelve a sembrar maíz, sino que se siembra avena, luego se produce tabaco, una vez cosechado el tabaco se siembran frijoles y después de la cosecha de estos, se podría volver a sembrar maíz.
Para entender cómo funciona la rotación de cultivos como medida de control, primero debemos entender las relaciones que existen entre las malezas y el cultivo. Si sembramos un mismo cultivo en un mismo lote, el ambiente que creamos con ese cultivo, va a favorecer a solo ciertas especies de malas hierbas, por lo tanto, las malezas favorecidas por ese ambiente empezarán a incrementarse, mientras que las malezas que se ven desfavorecidas por ese ambiente, se irán reduciendo.
Este es un fenómeno que ocurre en un periodo de varios años y por lo general el productor no se da cuenta que esto está ocurriendo. Simplemente cuando se percata, ya algunas malezas se han vuelto muy frecuentes y son las que le causan más daño al cultivo, es decir, incremento su banco de semillas en el suelo, y por lo tanto, dominan en ese lugar determinado.
RECUERDE QUE:
Es normal que el cultivo esté asociado con algunas malezas que se adaptan al ambiente que genera ese cultivo.
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De igual forma, a como el cultivo se asocia con ciertas malezas, también se asocia con ciertos insectos que se alimentan de él y con ciertos microorganismos que le causan enfermedades. Estas relaciones con frecuencia son bastante específicas, o sea que un insecto o un microorganismo, casi solo se alimenta de ciertos cultivos, no de todos y es común que estos cultivos tiendan a ser de una misma familia.
Si tomamos como ejemplo a las plantas de la familia de las solanáceas, entre las cuales está el tomate, la papa, la berenjena o el chile, nos daremos cuenta de que todos estos cultivos tienen enfermedades y plagas que son comunes. Lógicamente si yo diseño una rotación de cultivos y coloco estos cuatro cultivos en secuencia, prácticamente no lograremos ninguna mejora en el control de las malezas, plagas y enfermedades, porque todos tienen problemas comunes.
Sin embargo, si ustedes analizan, se darán cuenta de que cultivos como el pepino, el frijol, el maíz y el culantro, tienen problemas diferentes entre sí y además, tienen sistemas de cultivo muy distintos al igual que la arquitectura de la planta también es totalmente diferente.
El pepino requiere enredarse en alguna estructura, el maíz es un cultivo erecto y bastante alto, el frijol en cambio es de porte muy bajo, pero con hojas grandes y extendidas, mientras el culantro es de porte bajo y no tiene hojas grandes. Estos cambios en la forma del cultivo y en el sistema de siembra, van a influenciar a las malezas que se pueden adaptar a estos ambientes, por lo tanto, cuando cambiamos de cultivo, también cambiamos el micro ambiente del lugar de siembra y con ello también vamos a cambiar el tipo de malezas capaces de adaptarse a ese nuevo ambiente.
Esta misma situación es cierta para las plagas y las enfermedades, ya que como cada cultivo tiene organismos diferentes que lo dañan, cuando aplicamos la rotación y cambiamos de cultivo, los insectos y microorganismos presentes no podrán atacar al nuevo cultivo, por lo cual este estará inicialmente muy sano.
Por lo tanto, si mantenemos una rotación, como esta que acabamos de indicar, el efecto inmediato es que aquellas malezas que no se adapten a estos cambios frecuentes de cultivo irán disminuyendo y como vamos a estar cambiando de cultivo en cada ciclo, las malezas siempre estarán limitadas por el cambio de ambiente que estamos provocando.
De la explicación anterior debemos concluir que la rotación de cultivos es una excelente medida para controlar a las malas hierbas, a las plagas y a las enfermedades de un cultivo, pero para que sea efectiva no basta con que cambiemos el cultivo, es fundamental que la rotación sea hábilmente planeada, de modo que analicemos diversas alternativas de cultivo, para que seleccionemos los que sean afectados por distintas plagas y enfermedades y además que tengan distinta forma o estructura y distintos sistemas de siembra.
De esta forma, cuando cambiemos a otro cultivo de la rotación, también estaremos cambiando el micro ambiente que genera ese cultivo, que en el fondo es lo que buscamos: estarle cambiando el ambiente a las malezas, para que no se puedan adaptar.
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