Los Plaguicidas y el ambiente
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La vida de todos los habitantes del planeta depende del ambiente.
Todo lo que le hagamos al ambiente afecta a nuestras vidas, y a las de los otros seres, cualquier cosa que le hagamos al ambiente, tarde o temprano la sentimos todos.
Cuando se introduce al ambiente una sustancia química que no es habitual en el ambiente, estamos causando un problema que no sabe resolver y nos estamos causando un problema a nosotros mismos, que a veces tampoco podemos resolver.
Por ejemplo, el contenido de los desechos de su casa colocados en una bolsa posiblemente no causan mayor problema a usted y su familia si solo se trata de la bolsa de la semana, pero, ¿Qué pasa si se acumula en su casa más de una bolsa?, ¿Qué pasa si se acumula en su comunidad las bolsas de todas las casas durante varias semanas?
La respuesta es muy sencilla cuando un material extraño al ambiente se acumula en cantidades inapropiadas y durante tiempos inadecuados, causamos un problema en el ambiente que este no puede resolver y además nos traslada a nosotros sus consecuencias.
Si acumulamos alguna sustancia que incorporamos al ambiente en cantidades inadecuadas mayores de las que el ambiente puede tolerar, entonces el efecto dañino de esa sustancia acumulada se trasladará a todos los seres vivos que están alrededor del lugar de depósito, y a veces a muchos otros que están en zonas lejanas a los que también les llega de múltiples formas.
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Los plaguicidas podrían ser estas sustancias, su comportamiento en el ambiente es similar a cualquier otra sustancia fabricada por el hombre y depositada en el ambiente. La diferencia la hace que para cada uno de los plaguicidas que son autorizados por los gobiernos para la venta, si se sabe cual es su comportamiento en el ambiente y cuales son los cuidados que se debe tener, mientras que para muchas otras sustancias no lo sabemos.
Las compañías que fabrican plaguicidas cuando hacen la investigación para el desarrollo de un nuevo producto, también están obligadas a investigar que sucede con ese plaguicida cuando llega al ambiente como consecuencia de su uso en los cultivos y por lo tanto, saben que se debe hacer con ese producto y como se debe manejar.
Todas las instrucciones sobre el uso de los plaguicidas y la protección al ambiente están incluidas dentro de lo que se denomina la etiqueta, el panfleto, la ficha técnica y hoja de seguridad. Tener a mano esta información para cada uno de los plaguicidas que manejamos es cumplir con una de las Buenas Prácticas Agrícolas.
A continuación se mostrará un segmento de una ficha técnica, allí se observa como se indica información de lo que sucede con el plaguicida en el ambiente.
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Teniendo a mano esta información, conociéndola, analizándola y poniéndola en práctica podríamos reducir los riesgos de contaminación al ambiente.
Pero no solo los plaguicidas como tal contaminan, los recipientes en los cuales vienen empacados los agroquímicos también llegan a contaminar en gran medida el ambiente y por consecuencia a las personas.
Algunos de nosotros hemos visto cosas como estas que presentamos en la siguiente fotografía:
Botar los recipientes a un lado de la plantación, al rio, o en un hueco en la tierra produce un gran daño al medio ambiente, no solo porque estos recipientes son de plástico, y el plástico no se llega a descomponer con el paso del tiempo, sino que estos recipientes tienen residuos de sustancias que podrían ser venenosas para las personas y animales que al encontrarlas botadas en cualquier lugar podrían usarlas o en el caso de los animales chupar de los contenidos que están dentro.
Una de las formas más sencillas de solucionar esta problemática es poniendo en práctica el TRIPLE LAVADO cuyo procedimiento presentamos en la ilustración siguiente.
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Es muy sencillo de hacer ya que solo cuando se utiliza la última cantidad de producto que está en un recipiente que contiene un plaguicida se enjuaga al menos tres veces con agua limpia.
El agua limpia el recipiente por dentro de los restos de plaguicida que hayan quedado impregnados y así el riesgo al ambiente será menor.
Además, para completar el triple lavado se le deben hacer agujeros a los recipientes con un cuchillo, clavo o algún otro objeto que perfore el plástico. Al quedar un recipiente perforado, no podrá usarse por otra persona para agregar alguna otra sustancia, es decir queda inservible.
Una vez que se realiza esto con los envases se debe tener un lugar con un saco o un estañón viejo donde se van colocando los recipientes usados con el triple lavado debidamente perforados.
En el momento en que se pueda se deben llevar a un centro de acopio de envases de agroquímicos. Por lo general en los agroservicios reciben los envases preparados para el desecho. Ellos se encargan de coordinar con las empresas que venden los productos y son llevados a lugares donde se les da un tratamiento especial y en la mayoría de los casos este plástico se recicla para hacer otros objetos sin poner en riesgo la salud de las personas, de los animales y de todo el medio ambiente.
De nuevo, llegamos al punto inicial, los plaguicidas no son ni buenos ni malos, es el uso que les damos y el compromiso que tengamos todos con las Buenas Prácticas Agrícolas lo que hace la diferencia de si el producto plaguicida le causa daño o no al ambiente en el que vivimos.