El agua en los procesos agrícolas
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Un vegetal tiene en promedio un 90% de agua en su contenido, es decir por cada 100 gramos que pesa ese vegetal, 90 gramos son agua. Por lo tanto, es fundamental que a un cultivo se le aplique la cantidad de agua necesaria para que se desarrolle adecuadamente.
Una de las consecuencias del cambio climático es que existe cada vez menos agua disponible para uso de las actividades humanas. Es por ello, que el uso eficiente de este recurso, debe ser una responsabilidad de todos. Debemos procurar no contaminar las fuentes de agua, y promover que estas fuentes aumenten en lugar de que disminuyan o se contaminen.
Hay muchos procesos agrícolas en donde acostumbramos usar agua, como por ejemplo en el riego de las plantaciones, en las aplicaciones foliares de insumos, en el lavado de las herramientas o cajas que usamos para la cosecha, o bien para el lavado de manos de las personas que trabajan en las plantaciones o en el proceso de lavado y empaque del producto.
Si en algún momento usamos agua contaminada para realizar algunos de los procesos anteriores, como parece mostrar la siguiente foto, estaríamos poniendo en riesgo la salud de las personas que trabajan en la plantación, así como de las personas que llegaran a consumir el producto que se cosecha.
Este riesgo de contaminación, podría causarles problemas de salud a las personas e incluso, la empresa podría llegar a tener un problema legal por provocar la intoxicación de otras personas y esto incluso podría causar el cierre de nuestra empresa productora.
Es un hecho que en ocasiones los productores tienen serias limitaciones para obtener agua para regar, sin embargo, esto no es razón para utilizar aguas insalubres o totalmente contaminadas para riego, como es el caso que vemos en la siguiente foto, ya que con ello, ponemos en riesgo la salud de las personas que entran en contacto con esta agua y más aún, de las personas que consumen los productos que fueron regados con este tipo de agua.
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Existe otro tipo de riesgos cuando no se hace un buen manejo del agua, como lo es la pérdida de suelo por inadecuadas aplicaciones de riego, o por no canalizar adecuadamente las aguas de lluvia o cuando al eliminar las malezas, suprimimos todo tipo de vegetación y dejamos desprotegido el suelo.
Este tipo de situaciones, provocan que la capa fértil del suelo de nuestra finca se lave y termine en los ríos, fenómeno conocido como erosión, tal como se aprecia en la siguiente foto en donde vemos el suelo lavado que se ha acumulado en un drenaje. Con ello también vamos a perder mucho dinero invertido en abono o en enmiendas y además se empiezan a presentar problemas en los cultivos, porque la raíz no crece adecuadamente en condiciones de pobre fertilidad, provocando la aparición de enfermedades, plagas y bajos rendimientos.
Las Buenas Prácticas Agrícolas son una guía para el productor, que le permitirá conocer cómo reducir los riesgos anteriores y muchos otros más que se pueden dar si no se logra un óptimo manejo del agua en la agricultura.
Veamos entonces lo que debemos hacer para un buen manejo del agua de riego.